Monday 2 April 2007

Orbita cementerio

A 36000 Kilometros de la Tierra se halla una orbita geoestacionaria, fija a la atmosfera porque se mueve a la misma velocidad que la Tierra : la Orbita Cementerio, como se denomina a aquella a la que envian los satelites cuando pierden su vida util. Todos los satelites disponen de una energia de reserva, de forma que, si se presenta algun problema, este ultimo remanente de combustible se aprovechara para enviarlos a esa orbita, donde quedaran fijos en el espacio sin necesidad de ningun motor que los mantenga en su sitio.

O sea, para enterdernos, que los pobres satelites son como elefantes que van a morir a su necropolis comun. No deja de tener su lado poetico, si lo piensas ; unos cachivaches enormes cuya labor principal era la comunicación, mudos, aislados para siempre, rodeados de un ejercito de cachivaches similares que tampoco podran comunicarse nunca mas. Piensa en la soledad de los satelites, la soledad orbital. Abandonados por aquellos a los que una vez sirvieron. Olvidados y frios. Rodeados del vacio mas yermo y absoluto, en el silencio helado del universo helado, cubiertos de una capa de escarcha que no brilla, que no tiene siquiera ya luz que reflejar. Inmoviles y dignos en su glacial retiro, satelites difuntos, cadaveres exanimes de gelida chatarra, antiguallas que fueron monstruos de hierro y acero, que una vez transmitieron fechas, datos y cifras que ahora nadie recuerda. Ni la fuerza del hierro escapa al desamparo. Ahora, incomunicados, herrumbrosos titanes que han perdido su fuerza, condenados a un mutismo eterno y oxidado, jalonan de moralla un sector desolado. Los cables y las tuercas se acabaran desintegrando, aunque quiza falten siglos para que ocurra eso. En cualquier caso, piensa, que poco importa el tiempo en un paisaje ciego, donde cada minuto es exacto al siguiente, donde a cada segundo sucede otro segundo. Identico, inmutable, un segundo apagado para un tiempo marchito. Orbita cementerio. Soledad orbital.

A veces pienso, que a mi me ha pasado lo mismo. Que fui enviada al mundo con una mision : comunicarme con otros seres, intercambiar datos, transmitir. Y sin embargo, me he quedado sola, rodeada de seres que navegan desorientados a mi alrededor en esta atmosfera enrarecida por la indiferencia, la insensibilidad o la mera ineptitud, donde una nunca espera que la escuchen, y menos aun que la comprendan. A nuestro alrededor giran universos enteros, estrellas, soles, lunas, galaxias, aerolitos, grandes constelaciones, nubes de gas y polvo, sistemas planetarios, materia interestelar. Hasta basura espacial. Pero, sobre todo, un silencio insondable que todo lo absorbe. Un vacio enorme y negro, una quietud indescifrable.

Y aunque se que no deberia ser asi, el caso es que me siento a millones de años luz de cualquier señal de vida, si la hay, que se desarrolle a mi alrededor. Siento que navego en la orbita cementerio.

Lucia Etxebarria - "Beatriz y los cuerpos celestes"